Trabajamos en las zonas más deprimidas de la franja saheliana a para disminuir la vulnerabilidad de las poblaciones ante la crisis alimentaria y aumentar su resistencia ante la escasez de agua y saneamiento.
Este año en algunas zonas sólo ha crecido el berebere, una variante del mijo cuyo valor nutricional es menor al de otras variedades.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Los graneros comunales se empiezan a llenar con la cosecha que deberá sustentarles hasta la próxima temporada. Las cantidades no son suficientes y no durarán más de 3 meses.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Durante los meses secos se adecentan los tukús (casas de adobe y paja) y reparan los graneros. Las mujeres deben dedicar cada vez más tiempo en llegar a los puntos de abastecimiento.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Las semillas de horticultura que distribuimos están dando su fruto. En unos meses las familias dispondrán de alimentos para complementar la dieta y vender los excedentes en el mercado.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Algunos pastores nómadas deciden quedarse en la zona. Se organizan para evitar conflictos con las comunidades locales y gestionar los recursos. Desde Oxfam Intermón damos apoyo en ganadería.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Los habitantes de Guera apenas tienen acceso al agua. Muchas veces la obtienen de pozos o charcas de agua turbia y contaminada.
(c) Equipos Oxfam Intermón
Las inundaciones de este año provocaron grandes deterioros. Desde Oxfam Intermón rehabilitamos pozos y pompas, desinfectamos y cloramos del agua.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Cuando las charcas de agua que la lluvia llenó empiecen a secarse, las mujeres tendrán que acudir a los lechos de los ríos más alejados, poniendo en riesgo su seguridad.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Canoa que se usó en Aboudeia durante las inundaciones de la temporada de lluvias. Nuestros equipos distribuyeron floculante para potabilizar el agua, kits de higiene, jabón y mosquiteras.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Mujeres alrededor de un pozo tradicional. Sin protección alguna, estos pozos están muchas veces contaminados por residuos y su agua es fuente de enfermedades.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
La escasez de agua es fuente de conflicto entre los habitantes de la región. Algunas comunidades protegen sus charcas con cercados naturales y guardianes para impedir la apropiación indebida.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
Para combatir el 25% de malnutrición aguda las familias recibieron raciones de cereales, leguminosas, aceite y sal, distribuidas por nuestros equipos en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos.
(c) Equipos Oxfam Intermón
La malnutrición afecta gravemente a los menores de 2 años. Más de 8.000 niños y niñas y sus familias se beneficiaron de las distribuciones de raciones suplementarias 'Blanket feeding'.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
El agua de las charcas y pozos de la zona de Guera es muy turbia. Realizamos análisis para determinar su potabilidad y sensibilizamos sobre el uso del floculante.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón
El floculante reduce las partículas orgánicas del agua y la potabiliza. Su uso disminuye los casos de diarrea y otras enfermedades de transmisión hídrica.
(c) Irina Fuhrmann / Oxfam Intermón