Una veintena de personas han muerto en el primer brote de cólera que afecta a República Centroafricana desde el año 2011 y que tiene como origen el río Ubangui, que es la frontera natural entre República Centroafricana y la Republica Democrática del Congo.
Las comunidades que habitan en la zona no tienen apenas acceso a agua potable, por lo que utilizan el agua del río para beber, cocinar y lavarse lo que incrementa las posibilidades de contraer enfermedades relacionadas con el agua como el cólera.
Se han detectado más de cien casos. El cólera es fácilmente prevenible con buenas prácticas de higiene. Oxfam en República Centroafricana junto con las organizaciones locales APSUD e IRAD está empezando una respuesta de urgencia para evitar que la epidemia siga propagándose. Las acciones van a llegar a casi 3.000 personas en Port de Sao y Isla de Bongossoua, en las afueras de Bangui.
Port de Sao, en las afueras de Bangui, es una de las zonas afectadas por el brote de cólera. Oxfam está distribuyendo cubos de agua con solución de cloro para evitar que la epidemia siga propagándose. También se prepara para instalar infraestructura para proporcionar agua potable, letrinas y distribuir kits de higiene.
(c) Júlia Serramitjana / Oxfam Intermón
Un equipo de Oxfam sale hacia la Isla de Signe, dónde se han detectado 10 casos de cólera. Sólo se accede a través de embarcaciones. El brote comenzó en Djoukou, en el distrito de Kemo, una zona de difícil acceso situada a unos 100 kilómetros río arriba de la capital, Bangui. Las comunidades en esta zona tienen poco o ningún acceso a agua potable y utilizan el río Ubangui como su principal fuente.
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Junior Ngbenzi, promotor de higiene de Oxfam explica a la comunidad cómo deben utilizar la solución de cloro para lavarse las manos. Algo tan sencillo puede salvar la vida de muchas personas.
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En la Isla de Bongossoua no hay agua potable y esto contribuye a que la epidemia se propague. Desinfectar las casas con solución de cloro dónde ha habido casos es otra medida de prevención inicial. La respuesta de Oxfam incluye la instalación de letrinas y la distribución de kits de higiene.
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La mandioca seca es, junto con la pesca, la principal actividad de las comunidades que viven en las laderas del río Ubangui. El hecho de que personas afectadas por la enfermedad viajaran en embarcaciones sobrecargadas ha favorecido la expansión de la bacteria río abajo.
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Martial Aouekolle vive en la Isla de Singe y ha estado enfermo de cólera. Ya recuperado, muestra la red con la que pesca en el rio Ubangui y que le permite sustentar a su mujer y a sus cinco hijos. Hasta ahora, él y su familia bebían agua del río.
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Las buenas prácticas de higiene son fundamentales. Los niños y niñas pequeños, especialmente los menores de cinco años, son particularmente vulnerables a esta enfermedad. Los sensibilizadores muestran cómo deben lavarse correctamente las manos con la solución de cloro.
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La movilización comunitaria es clave para prevenir la propagación de la enfermedad ya que la mayoría de los pueblos afectados no tienen acceso a electricidad o red telefónica.
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El río Ubangui, que sirve como frontera natural entre República Centroafricana y República Democrática del Congo, ha sido el foco de la enferemdad. Los equipos de Oxfam salen en piragua de la Isla de Bongossoua, dónde han distribuido material de prevención en su primera fase de respuesta a la epidemia.
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