Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018, tras cinco años consecutivos de crecimiento económico, siguen siendo continuistas y podrían haber hecho una apuesta más clara para que repercutiera en todas las personas, principalmente en las más vulnerables.  Aun así el Ministro Montoro ha señalado que estos presupuestos tienen como objetivo permitir que el crecimiento económico alcance a las capas más bajas de la población a través de un incremento en los fondos de protección social y, aunque hay partidas de políticas sociales que se han incrementado, aquellas que impactan en los más desfavorecidos no han mejorado.

La partida de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) se ha beneficiado de una pequeña subida, pero insignificante debido a su presupuesto de partida, mientras que el Gobierno destina un mayor incremento de inversión a Defensa con 3.017 millones de euros.

Por el lado de ingresos, con la estimación presentada por el Ministerio de Hacienda, no se recupera progresividad en el diseño tributario. No cambia la estructura ni el modelo. El peso del total de la recaudación sigue recayendo sobre las familias -trabajo y consumo esencialmente- en el 83% frente a la aportación del 12% del Impuesto de Sociedades. En cambio, antes de la crisis estos niveles se situaban en el 74% y 22% respectivamente.

Con estos porcentajes de ingresos, seguimos manteniendo una brecha recaudatoria de casi ocho puntos con los países de la zona euro (últimos datos de 2016) lo que impide abordar unos presupuestos comprometidos con la reducción de la desigualdad. Desde el punto de vista tributario, la reactivación económica parece traducirse en mayor recaudación de impuestos que recaen sobre el consumo y el trabajo. Las previsiones de incremento en recaudación por IVA son más del doble de las referidas al IS (10.7% frente a 4.8%). El total de lo que se espera recaudar por alcohol, tabaco, hidrocarburos y electricidad juntos, alcanza casi el 90% de la recaudación estimada sobre el IS. Mientras tanto, los beneficios fiscales siguen creciendo y son una pérdida de recursos para el Estado sin que contemos con suficiente transparencia sobre su adjudicación o el impacto que han generado.

Por la parte de gasto en políticas sociales, es de celebrar el aumento de las pensiones más bajas hasta un 3%, un 2% en el caso de las pensiones de viudedad. También cabe destacar el incremento presupuestario en programas de lucha contra la violencia de género, que supera el 24 por ciento con respecto a 2017.Pero el texto presentado se sigue olvidando de la capa más baja: aquellas personas que viven en hogares sin ningún tipo de ingreso y que, según el INE, superan los 1,1 millones de personas. A este respecto es de destacar que esta propuesta de presupuestos vuelva a congelar el Índice Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM), la medida usada para calcular la cuantía de innumerables prestaciones para personas viviendo en pobreza y para definir quién tienen derecho a acceder a determinados servicios públicos dirigidos a personas de renta baja (desde viviendas de protección oficial a abogados gratuitos). Desde 2011 la subida del IPREM ha sido poco más de un 1%, situándolo en 537,84. Esperamos que el trámite parlamentario en el que entran ahora los PGE finalice con un aumento más generoso del IPREM permitiría, por ejemplo, incrementar de golpe la cobertura o cuantía de muchas de las rentas mínimas de exclusión de las CC.AA.

Ayuda Oficial al Desarrollo

Sin que se hayan publicado aún los datos globales de AOD, sólo con la información de lo presupuestado para el Ministerio de Exteriores, vemos que ésta se incrementa en un 8% (41 millones más, pasando de 509,9 millones en 2017 a 551,1 este año). En el caso de la AECID, principal entidad implementadora de la Ayuda, el presupuesto pasa de 281,6 a 322,8 millones de euros, un incremento del 15%. Sin embargo, esta subida de 41 millones, se debe sobre todo al crecimiento en 30 millones de la cooperación delegada, es decir, de fondos de la Unión Europea que ejecutará el Gobierno español. Estos fondos pasan de 58 a 88 millones de euros. En cuanto a FONPRODE el presupuesto sigue la tendencia de dotarse en exceso tras años subejecución.

Después de los recortes de los últimos años y de los presupuestos de ayuda de 2017 en los que la AOD se quedó en el 0,21%, muy lejos del 0,7% e insuficiente para alcanzar el 0,4% en 2020 como todos los grupos políticos (también el PP) han marcado como objetivo de la legislatura, podemos afirmar que este incremento del 8% será claramente insuficiente para alcanzar que el objetivo del 0,3% del presupuesto en 2018 que nos pondría en dicha senda. Recordamos al gobierno que su grupo parlamentario en el Congreso se ha comprometido con llegar al 0,4% de AOD en 2020 y esperamos que este abierto para enmendar estos presupuestos para alcanzar esta cifra.