info@OxfamIntermon.org | 900.22.33.00

FAQS

12/04/2018

Las grandes empresas de Estados Unidos destinan gran parte de sus recursos en conseguir ventajas fiscales

Oxfam ha calculado que las 70 principales empresas estadounidenses se ahorrarán cerca de 313 000 millones de dólares en su factura fiscal

 A pesar de sus posicionamientos contra algunas de las políticas sociales del Presidente Trump, la inversión en lobby para conseguir una bajada sustancial de impuestos es muy superior

Algunas de las principales empresas norteamericanas como Apple, Archer Daniels Midland, Exxon, JP Morgan, Nike, Pfizer y Walgreen’s han estado en el punto de mira por sus declaraciones contra las políticas y la retórica del presidente Trump durante el primer año de su administración. Sin embargo, de acuerdo con un nuevo análisis de Oxfam sobre la labor lobby de las 70 principales empresas estadounidenses de siete sectores de actividad clave, estas empresas han centrado la mayor parte de sus esfuerzos en Washington en lograr ventajas fiscales.  

"Actualmente, los presidentes de estas grandes corporaciones son más dados a posicionarse públicamente sobre algunos de los debates más encendidos y polarizados del país, desde el matrimonio homosexual a los derechos de los refugiados. En todos los sectores de actividad, los altos ejecutivos se han visto arrastrados–o se han situado voluntariamente– en el ojo la tormenta política", afirma Susana Ruiz, responsable de Justicia Fiscal de Oxfam. "No obstante, si nos fijamos en el lobby que realizan a puerta cerrada, lo que de verdad quieren es pagar menos impuestos y relegan otros problemas a un segundo plano. Las palabras cuentan, pero las acciones y el dinero destinado al lobby son aún más importantes".

El análisis que Oxfam publica hoy compara el posicionamiento público de 70 empresas sobre cuestiones fiscales, cambio climático, diversidad e inclusión con su actividad principal de lobby. Es cierto que muchas empresas han mostrado su apoyo a la lucha contra el cambio climático, a los refugiados, inmigrantes y los ‘dreamers’, receptores del programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), y a favorecer una mayor diversidad e inclusión. Algunas empresas incluso han criticado públicamente medidas de la Administración Trump, como la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, los comentarios xenófobos del presidente y la equiparación de los supremacistas y los protestantes de Charlottesville, así como el veto a la inmigración musulmana. Sin embargo, la gran mayoría de estas empresas apenas destinan fondos a hacer lobby para promover estas cuestiones en el Congreso estadounidense. Por el contrario, destinan millones de dólares a conseguir reducciones y ventajas fiscales.

El análisis de Oxfam también concluye que las 70 empresas analizadas destinaron en conjunto en 2017 más de 280 millones de dólares a labores de lobby, con un total de más de 3.000 iniciativas de las que 19 fueron sobre cuestiones relativas al cambio climático, 138 sobre cuestiones relativas a diversidad e inclusión, y 552 sobre cuestiones fiscales. Esto se traduce en cerca de 1,5 millones de dólares invertidos en lobby «climático», casi 11 millones en cuestiones relativas a diversidad e inclusión, y casi 44 millones en materia fiscal.

"Estados Unidos se ha retirado del Acuerdo de París, el veto migratorio a países musulmanes aún sigue en vigor, la reforma migratoria y del programa DACA no ha progresado en el Congreso y, sin embargo, se han aprobado reducciones fiscales que benefician a las empresas y personas más ricas de Estados Unidos, en una ley que ya ha sido aprobada por el presidente Trump ", apunta Ruiz. "La comunidad empresarial norteamericana ha ejercido mucha presión política para cambiar la fiscalidad de las empresas que operan en el extranjero y ha resultado enormemente beneficiada. Estimamos que como resultado de su inversión en labores de lobby en materia tributaria han logrado reducir su factura fiscal gracias a sus beneficios en el extranjero en 313.000 millones de dólares, así como otros ahorros fiscales por los obtenidos en territorio estadounidense".

Antes de la aprobación de esta reforma fiscal en diciembre pasado, las empresas estadounidenses que operaban en el extranjero debían pagar el impuesto de sociedades sobre su renta mundial, independientemente de donde se generaran los beneficios. Con los cambios introducidos, el sistema tributario estadounidense pasa de  este sistema de “renta mundial” a un modelo “cuasi territorial” ». La base fiscal sobre la que declararán los impuestos a liquidar se limita a los beneficios realizados dentro del territorio norteamericano. Sin embargo, la reforma también ofrece la opción de aplicar una generosa deducción fiscal, en una sola vez, para incentivar la repatriación de los beneficios fiscales que estaban hasta ahora aparcados en el exterior.

La tendencia generalizada es que las grandes corporaciones cada vez reducen más su contribución fiscal, lo que agrava la pobreza y la desigualdad, tanto en los Estados Unidos como en otros países. Cuando los Gobiernos tiran la toalla sobre cuantos impuestos pagan las grandes empresas, normalmente optan por una reducción del gasto público en programas que benefician más a los más pobres o por incrementar la presión fiscal sobre impuestos más regresivos. En cualquier caso, el resultado siempre perjudica a las personas en situación de mayor vulnerabilidad

"Las grandes empresas tienen un inmenso poder e influencia y es alentador ver que lo utilizan para posicionarse sobre cuestiones sociales y económicas tan candentes", afirma Susana Ruiz. "El sector empresarial puede influir positivamente en nuestra sociedad apoyando políticas que reducen la pobreza e incrementan la dignidad humana en todo el mundo. Pero también pueden utilizar su influencia para fines menos benévolos que pueden tener un impacto negativo en toda la ciudadanía. Esperemos que utilicen su dinero e influencia para impulsar causas que contribuyan al bien común".

 

Notas a los editores:

  • Las 70 empresas incluidas en el análisis de Oxfam son las 10 principales empresas de siete sectores de acuerdo con la lista Forbes de las empresas públicas más grandes de Estados Unidos: https://www.forbes.com/top-public-companies/list.
  • Estas empresas son:

TEXTIL: Burlington Stores, Foot Locker, Gap, Hanesbrands, L Brands, Nike, PVH, Ralph Lauren, Ross Stores, VF

BANCA Y FINANZAS: AIG, Bank of America, Berkshire Hathaway, Citigroup, JPMorgan Chase, MetLife, Morgan Stanley, Prudential, State Farm, Wells Fargo

INDUSTRIAS EXTRACTIVAS: Anadarko Petroleum, Chevron, ConocoPhillips, Exxon Mobil, Marathon Petroleum, Phillips 66, Valero Energy, Andeavor, Occidental Petroleum, EOG Resources

BEBIDA Y ALIMENTACIÓN: Archer Daniels Midland, Cargill, Coca-Cola, General Mills, Kellogg, Mars, Incorporated, McDonald’s, Mondelez International, PepsiCo, Tyson Foods

FARMACÉUTICO: Abbot Laboratories, AbbVie, Amgen, Biogen, Bristol-Myers Squibb, Eli Lilly, Gilead Sciences, Johnson & Johnson, Merck, Pfizer

VENTA MINORISTA: Albertsons, Costco, Home Depot, Kroger, Lowe's, Publix, Target, Walgreens Boots Alliance, Walmart, Whole Foods

TECNOLÓGICO: Alphabet, Amazon, Apple Inc, Cisco, Facebook, HP Inc., IBM, Intel, Microsoft, Oracle

 

  • En materia de diversidad e inclusión, Oxfam ha analizado las acciones, juicios de valor o declaraciones públicas de las empresas con respecto al veto migratorio del presidente Trump, la reforma migratoria, cuestiones del colectivo LGBT, la igualdad de género y la violencia en Charlottesville. En materia de diversidad e inclusión, Oxfam ha analizado los juicios de valor y las declaraciones en apoyo a la lucha contra el cambio climático y el Acuerdo de París. En materia fiscal, Oxfam ha analizado las declaraciones públicas de las empresas con respecto a cuestiones tributarias.
  • Para estimar el ahorro en la repatriación de beneficios, Oxfam ha utilizado información pública disponible en los informes anuales de las empresas a la Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) presentados hasta el 8 de febrero de 2018 (en aquel momento, no todos los informes anuales para el año fiscal 2017 estaban disponibles). Oxfam ha utilizado las cantidades reportadas como beneficios en el extranjero reinvertidas de forma permanente en la empresa como aproximación a los ingresos y beneficios acumulados desde 1986 (que, al ser un importe de impuesto, no está disponible públicamente). Asimismo, Oxfam solo ha aplicado la tasa aplicable más alta a los beneficios repatriados del 15,5%. Además, solo ha tenido en cuenta créditos fiscales para aquellas empresas que incluyeron obligaciones tributarias en sus informes anuales a la SEC. Oxfam es consciente de que esta estimación es una aproximación ya que la información necesaria para hacer un cálculo más preciso no está disponible públicamente. No obstante, Oxfam cree que la estimación es solo una parte del total de los ahorros que la Ley de Recortes Impositivos y Empleo potencialmente aportará las empresas.