info@OxfamIntermon.org | 900.22.33.00

FAQS

Migraciones y derechos de las mujeres en España

Desde Oxfam Intermón apostamos por fortalecer el trabajo de las organizaciones y los movimientos de base que inciden en la realidad de injusticia existente en España. Por ello, desde 2016 apoyamos económica y técnicamente a movimientos y organizaciones de la sociedad civil española que trabajan con dos de los colectivos más afectados por la pobreza y la desigualdad: las mujeres supervivientes de violencias machistas y las personas migrantes.

MÁS DE 20
organizaciones beneficiadas
1.000 HORAS
de acompañamiento técnico
330.000 €
para fortalecer su impacto

Además del apoyo económico y el acompañamiento técnico, Oxfam Intermón pone en marcha cada año laboratorios de influencia con los que fortalecer las capacidades de estas organizaciones y promover el tejido de redes y alianzas. En el 2017 desarrollamos con un Laboratorio de comunicación externa y otro de activismo digital.

PRO.DE.IN

Kamel llegó a Melilla por casualidad. Empezó viviendo en la calle y, después de un incidente con la policía acabó en el reformatorio. Estuvo internado dos años y en ese tiempo aprendió castellano, entre otras cosas. Tras cumplir los 18 años, se ve de nuevo en la calle, pero esta vez con la ayuda de la asociación PRO.DE.IN (Pro Derechos de la Infancia), donde actualmente trabaja como traductor y haciendo acompañamiento a los chavales que viven en la calle, una situación difícil que él conoce muy bien.

La situación de los menores no acompañados en Melilla es desoladora: hay unos 60 o 70 chicos que llevan más de un año en la calle, absolutamente ignorados por el sistema. Según Kamel, “ser bueno en la calle es muy difícil, porque cuando llegas a Melilla no te tratan como persona, sino como objeto. Otros chavales abusan de ti, te quitan el dinero... cuando uno está en la calle se tiene que defender a sí mismo”.

Como Kamel en su día, Mohamed es un joven marroquí de 20 años que vive en las calles de Melilla con su hermano gemelo Adebe. Nacieron en Marruecos y hace poco decidieron salir de su pueblo, cruzar a nado la frontera y buscar un futuro mejor. Actualmente deambulan durante el día en busca de comida escondiéndose de la policía. Por la noche, duermen en un colchón al aire libre un par de horas en los espigones cercanos al puerto. Tanto a él como a su hermano los acompaña la asociación PRO.DE.IN.

PRO.DE.IN nació en 1998 con el objetivo de acompañar a los menores y para garantizar que se aplicara, por aquél entonces, la recién aprobada Ley de Protección del Menor. Debido al aumento de la demanda de personas en situación de desprotección, la asociación ha desarrollado un programa para apoyar a todas las personas en situación de calle que se encuentran sin defensa, sea cual sea su problemática. En resumen, es una organización que lucha a favor del cumplimiento de los derechos humanos de todas las personas independientemente de su edad, origen y cuyos derechos básicos no están siendo respetados en Melilla. José Palazón es su fundador junto a Maite Echarte, y son referentes en el trabajo con la población migrante en Melilla, especialmente con los menores extranjeros no acompañados.

El objetivo de PRO.DE.IN es asegurar que estas personas tengan acceso a la información necesaria para hacer trámites administrativos y judiciales, acceder al sistema sanitario y que se reconozcan y respeten sus derechos. Además, entre otras cosas, les ofrecen actividades deportivas para que se alejen del uso del pegamento y otras drogas químicas, y llevan a cabo una vigilancia del funcionamiento y de las condiciones de los centros donde se albergan.

Cientos de jóvenes menores de edad de origen marroquí o argelino huyen de la pobreza cruzando la frontera de Melilla con Marruecos con el objetivo de poder cruzar como polizontes en un barco rumbo a la península española, y con suerte luego llegar a Alemania o Suiza. Estos chicos viven en la calle esperando una oportunidad para huir y mejorar sus condiciones de vida.

Precisamente esto es lo que vivieron diez personas que participan activamente en las campañas de movilización, denuncia y cambio social y político impulsadas por Oxfam Intermón. Viajaron hasta Melilla con el objetivo de conocer la tarea de PRO.DE.IN y la realidad que viven las personas migrantes.

Además, durante esos días en Melilla, los y las activistas vivieron en primera persona las manifestaciones diarias de niños y niñas pidiendo ir a la escuela. Se trata de casi 200 menores que están en edad de asistir a la escuela infantil y primaria a los que el Gobierno impide entrar en clase porque no tienen documentación a pesar de que la mayoría de ellos ha nacido en España y siempre ha residido aquí. En el resto de la Península no ocurre lo mismo ya que cualquier niño que lo solicite tiene el derecho a ir al colegio tenga o no su documentación en regla. Así pues, en Melilla se les está privando de unos de los principios básicos de la Convención sobre los Derechos del Niño (RDC), su derecho a la educación, incumpliendo la legislación nacional, europea e internacional. Ante esta situación, los activistas y miembros de Oxfam Intermón decidieron llevar a cabo una campaña online para recoger firmas y exigir al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes que se cumplan los derechos de estos menores y se les permita el acceso a la educación de calidad.

Con el apoyo de Oxfam Intermón, PRO.DE.IN ha podido:

  • Cubrir necesidades comunicativas y de traducción y ofrecer servicios de mediación intercultural.
  • Atender anualmente entre 5000 y 6000 personas que viven en la calle.
  • Repartir comida diariamente a entre 50 y 130 personas.
  • Asistencia y/o acompañamientos sanitarios a 1 o 2 personas cada noche.
  • Ofrecer clases de alfabetización e informática diariamente a 20 alumnos.
  • Asistencia jurídica y orientación en cuestiones administrativas en el ámbito de extranjería a una media de 2 personas al día, siendo los solicitantes unos 1000.
  • Recogida de 100.000 firmas online para solucionar el problema de escolarización de niños y niñas en Melilla y entregarlas al Ministerio de Justicia.

LEGKI YAKARU

Goundo Diabira nació hace 19 años en Banyoles, pero su familia es originaria de Gambia. Pertenece a la nueva generación de jóvenes que se sienten concienciadas ante la práctica de la mutilación genital femenina (MGF), en gran parte gracias a la asociación Legki Yakaru, de la que forma parte muy activamente. En lengua sarankule, Legki Yakaru significa “mujeres de hoy” y eso es precisamente lo que esta asociación pretende impulsar: mujeres empoderadas que trabajan por promover sus derechos a través de la formación, la sensibilización y los espacios de debate. Goundo ha participado en las actividades culturales que organiza la asociación y también ha asistido a las charlas informativas sobre la MGF:

Mariama, que tiene la misma edad que Goundo, no corrió la misma suerte. No quiere que se la reconozca, por lo que cubre su rostro para ser retratada. También originaria de Gambia, su historia es totalmente distinta. Sufrió mutilación genital femenina durante la visita a la familia en las vacaciones de Navidad, cuando tenía 15 años. Al cabo de pocos meses, le concertaron matrimonio y decidió huir sola a España, donde ahora vive. Ha recibido el apoyo psicológico y logístico de la asociación, y es ella quien explica a las chicas subsaharianas que han nacido en España qué es la MGF y cuáles son las secuelas que supone esta práctica. Para Mariama, su testimonio es clave puesto que lo ha vivido en primera persona y su historia impacta de manera más fuerte en las asistentes a las charlas: “En mi opinión, tenemos que hablar entre nosotras y ver los inconvenientes de la mutilación genital femenina”.

Fue en el 1993 cuando Dialla Diarra llegó a España, a Barcelona, directamente desde Mali. Al poco se trasladó a Banyoles donde ha vivido desde entonces. Actualmente, es la presidenta de la asociación que fundó en 2006 con la intención de apoyar a la comunidad subsahariana, principalmente a las mujeres, en su integración en la sociedad de acogida.

Dialla creó la asociación con el objetivo de trabajar en el ámbito de la violencia contra las niñas y las mujeres de origen africano, especialmente en la erradicación de la MGF después que una amiga suya diera a luz en un hospital en Girona. Cuando fue a visitarla, se dio cuenta de que su amiga y ella no estaban mutiladas de la misma manera, tan siquiera antes había oído a hablar de la mutilación… y fue en ese momento cuando se percató de que alguna cosa estaba pasando, de que estaba ante un problema oculto. Dialla pensó que la única manera de combatir la MGF en su entorno y en los países de origen era hablando de ello, debatiendo y sensibilizando no solo entre las mujeres afectadas, sino también entre los profesionales de la salud, los líderes de las comunidades y los representantes religiosos.

"La experiencia les demuestra que el desconocimiento sobre sus consecuencias perpetúa la práctica de la MGF"

Sin embargo, Legki Yakaru va mucho más allá. Desde la asociación organizan cursos de catalán, castellano, informática, etc. para mejorar las capacidades de las mujeres africanas y generar espacios de empoderamiento. Estos procesos favorecen que las mujeres adquieran un mayor nivel de confianza y autonomía y en algunos casos, decidan participar en procesos de defensa de sus derechos.

Desde sus inicios y hasta ahora, la asociación ha desarrollado proyectos culturales, cívicos y socioeducativos en Banyoles y otras localidades cercanas, como por ejemplo talleres, salidas familiares, limpieza de plazas y danzas africanas.

Con el apoyo de Oxfam Intermón, Legki Yakaru ha conseguido:

  • Crear un grupo de apoyo en el que 30 o 40 mujeres se sientan en una mesa a debatir sobre la salud sexual y reproductiva.
  • Impulsar formaciones, charlas y talleres.
  • Involucrar a las personas jóvenes de la comunidad africana en Banyoles en los proyectos que pretenden erradicar la MGF.
  • Poner en marcha el proyecto HEAL, que conecta profesionales de la salud, la educación y los servicios sociales para que, ante una situación de riesgo, puedan detectarla y gestionarla a tiempo de manera integrada. En Girona, por ejemplo, no han detectado ningún caso de mutilación en muchos años.
  • Ofrecer clases de alfabetización e informática diariamente a 20 alumnos.
  • Crear una red de asociaciones de diferentes países de África que dan apoyo desde allí. De este modo, cuando se detecta que una niña viaja a su país de origen y está en riesgo de sufrir una mutilación, pueden detener la práctica. Gracias a este trabajo de conexión Europa-África han podido llegar al origen del problema y empezar a cambiar normas sociales aprendidas.

MALEN ETXEA

Jessica Guzmán llegó hace más de 10 años a España proveniente de Chile. Es la presidenta de Malen Etxea, una asociación que surge en el País Vasco como iniciativa de un grupo de mujeres inmigrantes, con papeles y sin papeles, que quisieron contribuir al fortalecimiento de la igualdad de oportunidades de la mujer inmigrante en la sociedad de acogida. Son trabajadoras del hogar en régimen interno y, en su mayoría, provenientes de América Latina que tienen entre 20 y 60 años. Sus derechos son violados constantemente, puesto que las condiciones en las que trabajan son muy precarias: no disfrutan de descansos, viven en espacios muy reducidos en las casas de acogida y a menudo no se encuentran dadas de alta en el sistema de la Seguridad Social y, por tanto, no pueden disfrutar de las prestaciones que les corresponden.

Trabajan sin descanso los 365 días del año, generalmente sin contrato, cuidando de nuestros padres, nuestros abuelos y nuestros hijos, y reciben todo tipo de abusos.

Algunas de las mujeres más vulnerables a las que ayuda Malen Etxea (Malen significa mujer en lengua mapuche) viven en la Casa Albergue que la asociación ha construido. Para las mujeres, que vienen con el único objetivo de trabajar, la casa se ha convertido en un hogar en el que comparten experiencias y se apoyan. Con la organización, y en la casa, han aprendido, sobre todo, cuáles son sus derechos. Como Argeris, por ejemplo, que llegó al País Vasco desde Nicaragua con la intención de trabajar para ayudar a su familia y, gracias a Malen Etxea, no solo ha encontrado trabajo, sino que ha descubierto que ella también tiene derechos laborales:

Silvia Carrizo es expresidenta y socia fundadora de Malen Etxea, que se define como una entidad feminista. Promover los derechos humanos de las mujeres, en particular de las mujeres inmigrantes en el País Vasco, ha sido siempre el cometido de esta organización.

Oxfam Intermón lleva dos años trabajando con Malen Etxea. En este segundo año, la organización ha podido capitalizar lo aprendido en el primero, hecho que se ha materializado en la mejora de sus procesos der incidencia política: realización de informes, identificación de agentes, delimitación de las acciones... A su vez, ha mejorado el empoderamiento personal y colectivo de las mujeres a través del desarrollo de la línea de autonomía económica y la creación de una cooperativa de trabajo. Para Silvia, el programa de ayuda de Oxfam Intermón les ha servido para “avanzar en un montón de temáticas que tenían que ver con la autogestión financiera de las mujeres, la organización de la casa que estaba ralentizada por falta de fondos… y fue para nosotros un apoyo realmente importante”.

Pero lo realmente clave en esta relación, según Malen Etxea, es el hecho de que por primera vez se sienten apoyadas por una ONG mundial vinculada al desarrollo, más enfocada a la cooperación internacional. Para ellas, es indispensable que entendamos que el “sur” está muy instalado en el “norte”.

Con el apoyo de Oxfam Intermón, Malen Etxea ha podido:

  • Mejorar su capacidad de incidencia política que a su vez permitió parar una situación de vulneración de derechos fragantes de 960 trabajadoras.
  • Incorporar a su Casa Albergue camas, colchones, almohadas, un televisor, una estufa, un horno-microondas y se ha reparado el lavadero.
  • Parar las medidas del Gobierno Vasco que atentaban directamente a la estabilidad laboral de 12.000 trabajadoras inmigrantes en el País Vasco.

RED INTERLAVAPIÉS

Red Interlavapiés es una organización activista de base que trabaja en este barrio madrileño desde hace más de 12 años en el ámbito de las migraciones.

Está formada por distintos colectivos que a lo largo del tiempo se han unido para combatir la situación de desigualdad e injusticia cotidiana. Se definen como una red formada por personas migrantes y autóctonas residentes la mayoría en el barrio de Lavapiés, organizados por la supervivencia cotidiana y contra las fronteras y la precariedad. Su trabajo va desde el apoyo a persona que sufren discriminación y ven sus derechos violados, hasta la incidencia política para denunciar estas injusticas como el empoderamiento de varios colectivos. A su vez participan en otros espacios colectivos de defensa de los derechos sociales de todas las personas, como la Asociación sin papeles, el Sindicato de manteros y lateros, el colectivo de Territorio Doméstico, formado por empleadas de hogar que luchan por sus derechos… y otros proyectos más centrados en la defensa de los derechos laborales, como la Asociación Senda de Cuidados. Se definen como una red de vida porque el poder de esta red son los vínculos personales, sociales y políticos.

Ass nació en Senegal y lleva 9 años en Madrid. Empezó vendiendo en la calle, pero desde que entró en contacto con la organización su situación laboral y personal ha mejorado mucho. En Red Interlavapiés ha encontrado una familia y mucha ayuda. Ha adquirido conocimiento e información y ahora es él el que ayuda a otros inmigrantes que llegan a España y se encuentran en su misma situación.

Como Ass, Monir, que es de Bangladesh, llegó a España hace casi 10 años. A él, la Red le ayudó sobre todo en la cuestión del desahucio: “Yo valoro muchísimo el apoyo que me han dado, por eso ahora intento comunicar y explicar a la gente que está en una situación parecida las oportunidades que te ofrece la organización. Dan cursos, conoces gente, te ayudan a encontrar trabajo...”.

Arantxa, que es abogada, lleva temas de extranjería y de laboral y su relación con la Red es sobre todo en cuestiones del colectivo Territorio Doméstico, apoyando a las empleadas del hogar. Se ha encontrado con muchas órdenes de expulsión y situaciones de explotación laboral bastante extremas, más bien de abuso de poder: “la relación entre trabajadora y jefe en general es muy desigual. Dependiendo de la situación en la que esté la trabajadora entonces hay gente que se aprovecha. En situaciones de desigualdad y pobreza siempre hay alguien que intenta sacar beneficio”.

Eso es precisamente lo que Red Interlavapiés busca, entre otras cosas, es desmontar este tipo de abusos en las relaciones laborales:

Nines, que pertenece a la asociación cultural Angata, se cruza también con la Red Interlavapiés en lo que a temáticas de migración se refiere. Juntas trabajan en el barrio con las personas migrantes con el objetivo de conseguir una vida digna y para que no se vulneren los derechos humanos. Según ella, lo importante es denunciar aquellos casos donde ha habido negligencias por parte de las autoridades, sin abandonar la responsabilidad que tenemos como ciudadanía.

También en esta ocasión los activistas y colaboradores de campañas de Oxfam Intermón conocieron de primera mano el trabajo que desarrolla Red Interlavapiés.

Con el apoyo de Oxfam Intermón, Red Interlavapiés ha conseguido:

  • Empoderar y organizar a 355 personas migrantes a través de talleres de bienvenida, acogidas temporales, acompañamientos a comisarías y talleres varios sobre cooperativismo, portavocías e información.
  • Organizar y ofrecer talleres sobre derecho a la salud y acompañamientos sanitarios a 258 personas.
  • Organizar y participar en actividades con y para más de 1.300 mujeres: tertulias, formaciones, jornadas, máster class, talleres, actividades de ocio, acompañamiento a mujeres víctimas de violencia de género...
  • Organizar actividades de desarrollo comunitario con y para más de 1.100 personas: fiestas populares, mesas de trabajo permanentes, revista, actividades de ocio y convivencia...
  • Organizar actividades con las mezquitas para 300 personas: participación en varias jornadas.
  • Disponer de un stand informativo en la V Feria de Economía Social de Madrid.
  • Apoyar en la formación y capacitación para el empleo a 210 personas.
  • Movilizar la iniciativa de autogestión por el empleo “Tómate algo” en asambleas y encuentros, implicando a más de 1.200 personas.
  • Organizar acciones de denuncia implicando a más de 1.800 personas: concentraciones de apoyo, manifestaciones, mesas y comisiones de trabajo, participación en charlas y asambleas...

Ayúdanos para poder seguir apoyando a estas organizaciones.

Hazte socio/a