Ha vuelto a pasar. Las aguas del Mediterráneo se han vuelto a teñir de tragedia: decenas de personas han muerto en un naufragio en aguas griegas y cientos están desaparecidas.
Todas las personas tienen derecho a cruzar fronteras, a recibir protección y a vivir en paz, sin importar de dónde se hayan visto forzadas a escapar.