Así es. Puedes tener un empleo y seguir siendo pobre. Este es el resultado de las políticas de las corporaciones más grandes del mundo. Pero no tiene por qué ser así. Hay una alternativa.
Si nos escandalizaría una oferta de empleo que dijera sin pelos en la lengua que con ese empleo seguirás siendo igual de pobre mientras los accionistas se irán llenando más y más los bolsillos, ¿por qué siguen sucediendo estas cosas? Tenemos que cambiar las reglas que permiten que aumente la desigualdad abocando a más personas a la pobreza.
Pero también hay corporaciones de este nivel que sí lo hace bien. Eso demuestra que el cambio es posible, es cuestión de voluntad, presión social y leyes.
Aunque la situación actual es un escándalo, somos optimistas. Tenemos que acabar con unas condiciones de trabajo que perpetúan la pobreza en las grandes corporaciones. Y podemos hacerlo.
Podemos lograr un país más justo si desde el Gobierno se regula para que el poder no se concentre en manos de las principales fortunas y de las empresas más grandes, y que se reparta hacia el resto de la población. Pero no solo el Gobierno: las empresas son responsables de sus actos y deben reinventar el sector privado para que contribuya al bien común y a disminuir las desigualdades. Este cambio es posible.
Fijar una diferencia máxima entre el nivel salarial más alto y el mediano de la empresa. Así, si se decide subir los salarios se beneficiará toda la plantilla, no solo los puestos directivos.
Mejorar condiciones laborales y la conciliación incorporando la perspectiva de los cuidados a lo largo de la vida.
Que todas las empresas estén obligadas a respetar el medio ambiente y los derechos humanos en toda su cadena de valor, y a ser transparentes.
Un modelo de negocio que vele tanto por la sostenibilidad económica como la social y ambiental de la empresa y del entorno.
Mecanismos para garantizar la igualdad de oportunidades y romper el techo de cristal, pero también el suelo pegajoso en el que se encuentra la trayectoria laboral de muchas mujeres.
Poner impuestos permanentes sobre la riqueza extrema y el exceso de ganancias, para así no seguir acumulando el dinero en manos de milmillonarios a costa de empobrecer al resto.
Desde hace años Oxfam Intermón estamos trabajando para que esto no sean solo palabras. Nos reunimos con gobiernos, con empresas y nos movilizamos. ¿En qué cambios hemos contribuido?
Aquí algunos ejemplos:
Subida del SMI y del Ingreso Mínimo Vital. Llevamos más de 10 años en conversaciones con los gobiernos para que se vaya actualizando de manera justa. Aun así, seguimos insistiendo para que se mejoren y lleguen a más personas que aún no lo tienen garantizado.
Se han puesto impuestos extraordinarios sobre los beneficios caídos del cielo, ¡por fin! Tras más de 15 años pidiendo por todos los medios posibles una fiscalidad justa y el fin de paraísos fiscales.
Se ha llegado a un acuerdo entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo para adoptar una Directiva de Debida Diligencia que obligue a las empresas europeas a respetar el medio ambiente y los derechos humanos en toda su cadena de valor, ¡y a ser transparentes sobre ello! Llevamos casi 3 años trabajando para que se diera este paso. Ahora debemos conseguir que se apruebe y no sea papel mojado.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, habló sobre la necesidad de grabar a los milmillonarios en su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos en 2023. ¡Llevábamos esperando a que esta conversación se diese muchos años!
Informes para descargar
Tu aportación desgrava: los primeros 150€ que dones desgravarán el 80% y a partir de 150€ desgravarán el 35%. Además, si llevas más de 3 años colaborando con OXFAM INTERMÓN, tu desgravación en este último tramo se incrementa hasta el 40%. Amplía información en este enlace.