Pide al Gobierno que incremente los fondos destinados a la ayuda humanitaria

Nuestro trabajo en Haití

Trabajamos en Haití desde 1978 para lograr un país más igualitario e inclusivo, libre de todas las formas de violencia, donde las mujeres, los jóvenes y los hombres disfruten plenamente de las oportunidades económicas, y cuya población esté protegida contra efectos adversos.

Durante todos estos años nos hemos centrado en apoyar a las comunidades y al gobierno local en medios de vida sostenibles, reducción del riesgo de desastres, buen gobierno y asistencia humanitaria.

 

Nuestra misión es contribuir a conseguir un país más igualitario y soberano, con un gobierno responsable y una ciudadanía activa, que impulse cambios que generen la mejora de condiciones de vida de toda la población.

 

Para ello colaboramos con los colectivos más vulnerables: mujeres y jóvenes. Además, intentamos garantizar no solo el acceso a una nutrición y saneamiento adecuados, sino también a la protección ante condiciones socioeconómicas adversas y desastres.

LAS MUJERES EN EL CENTRO

 

Las mujeres son prioritarias en nuestro trabajo. Por ello, a través de las organizaciones locales con las que trabajamos, promocionamos sus derechos y su liderazgo, además de impulsar para que tengan mayor representación política. También promovemos alianzas e invertimos en la creación de medios de desarrollo económico más diversificados y sostenibles, formando y apoyando a pequeñas agricultoras. De esta manera, conseguimos que las comunidades se vean preparadas y tengan suficientes recursos para hacer frente a las diferentes crisis.

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EL TERREMOTO MÁS GRAVE DE LA REGIÓN 

 

El 12 de enero de 2010, un devastador terremoto de 7,3 grados de magnitud sacudió Haití. Más de 220.000 personas perdieron la vida y más 300.000 resultaron heridas. El terrible terremoto, el mayor en la región en los últimos 200 años, dejó a más de 1,5 millones de personas sin hogar y provocó una gran crisis humanitaria. Durante los primeros tres meses proporcionamos ayuda a 300.000 personas.
Diez meses después del terremoto se declaró un brote de cólera. proporcionamos agua potable y movilizamos a personal especialista para duplicar nuestra respuesta y poner en marcha más programas de agua, saneamiento y promoción de la higiene.

Durante el mes siguiente a que se confirmasen los primeros casos asistimos a más de 700.000 en la capital, Puerto Príncipe, en Artibonite, en el centro de Haití, y en Cabo Haitiano, en el norte.

En 2016, nuestros equipos distribuyeron agua potable, suministro de agua, refugio y alimentos de emergencia a decenas de miles de personas, después de que el huracán Matthew barriera el Caribe el 4 de octubre. El huracán fue una de las tormentas más poderosas jamás registradas en la región del Caribe y causó la mayor emergencia humanitaria en Haití desde el terremoto de 2010. En colaboración con organizaciones locales, estuvimos allí desde el primer momento. Un año después de la catástrofe habíamos apoyado a más de 165.000 personas.

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ARROZ: EL ALIMENTO POR EXCELENCIA 

 

El arroz es el alimento base del pueblo haitiano. La población empobrecida queda indefensa ante la subida de precios, ya que depende del mercado. Tras el terremoto, pusieron en marcha un programa en el departamento de Artibonite para tratar de solucionar los problemas que se estaban generando a raíz de los movimientos de la población: alrededor de 50.000 personas abandonaron Puerto Príncipe y se refugiaron en los valles fértiles de Artibonite. El número de habitantes en cada casa aumentó considerablemente y con ello, las dificultades de las familias para salir adelante.

La falta de trabajo y de comida les obligó, en muchos casos, a alimentarse a base de semillas. Por eso, pusimos en marcha un programa que se basó en el impulso del fortalecimiento institucional y en la creación de un tejido de cooperativas, una red de siete concretamente que pertenecen a siete municipios del valle de Artibonite, para que accedieran juntas al mercado y fueran más competitivas.

En todo el norte del Departamento de Artibonite, Oxfam también reparó 160 pozos y construyó 1 km de canales de agua en Dessources y Grande Rivière, que como gran parte de Haití, carecía de un sistema municipal de agua.

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CUANDO LA DESIGUALDAD GENERA POBREZA

 

La pobreza en Haití sigue caracterizada por las desigualdades sociales extremas, la exclusión del poder y la toma de decisiones y la vulnerabilidad a los desastres, así como a la inestabilidad sociopolítica.

Tras el terremoto, apoyamos la creación de empleo a través de la puesta en marcha de pequeñas empresas y contibuimos a la construcción barrios más sólidos y seguros mediante el establecimiento de servicios de saneamiento a largo plazo. Asimismo, también apoyamos a pequeños agricultores y agricultoras.

Aumentar la capacidad de recuperación de los grupos marginados y vulnerables, en particular las mujeres y las niñas en las zonas urbanas y rurales es una de nuestras prioridades, así como fortalecer el estado de derecho trabajando con mujeres empoderadas, jóvenes y pequeños agricultores en la ciudadanía activa, la gobernanza responsable y la programación e iniciativas de acceso equitativo a nivel local y nacional.

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