Pide al Gobierno que incremente los fondos destinados a la ayuda humanitaria
23/09/2019

Las personas más pobres reciben menos de un céntimo al día para protegerse frente a los impactos de la crisis climática

Los líderes mundiales deben atender los llamamientos de las huelgas por el clima y dotar a la población vulnerable de las herramientas necesarias para sobrevivir

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La sequía que ha asolado el Cuerno de África en el último año ha provocado que más de 15 millones de personas en Somalia, Etiopía y Kenia dependan de la ayuda humanitaria para sobrevivir. (c) Oxfam

La población de los países más pobres recibe aproximadamente 3 dólares anuales por persona (menos de un céntimo al día) para protegerse frente a los devastadores efectos de la crisis climática, según los cálculos del informe presentado hoy por Oxfam (Oxfam Intermón en España) coincidiendo con la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas en Nueva York. El informe destaca que la población de Mozambique y el Cuerno de África está asumiendo un coste humano y económico cada vez mayor a causa de los desastres climáticos, de los que apenas son responsables.

Los países ricos sobreestiman el volumen de fondos que destinan a la adaptación para el cambio climático, y estos compromisos de financiación se caracterizan además por su opacidad. Teniendo esto en cuenta, el análisis de Oxfam indica que los 48 países menos desarrollados del mundo tan solo reciben entre 2.400 millones y 3.400 millones de dólares anuales en concepto de financiación real para la adaptación al cambio climático, una cifra que equivale a aproximadamente 3 dólares por persona al año.

El informe, titulado ¿Quién paga el precio?, se centra en Mozambique y el Cuerno de África, donde millones de personas ya están sufriendo las consecuencias de las sequías prolongadas y la destrucción provocada por los ciclones. Esta situación es un aterrador aviso de lo que puede ocurrir si los líderes mundiales no adoptan medidas urgentes. Los dos ciclones que golpearon Mozambique este año han provocado daños por valor de 3.200 millones de dólares, una cifra equivalente a más de una quinta parte del producto interior bruto (PIB) de ese país; es como si 23 huracanes Katrina hubiesen asolado Estados Unidos.

 

Oxfam lanza este informe coincidiendo con la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas que da comienzo hoy en Nueva York, y en la que se espera que los líderes mundiales atiendan los llamamientos de las huelgas por el clima que se están organizando en todo el mundo, y acorten las distancias entre los objetivos establecidos en el Acuerdo de París de 2016 y los mediocres avances realizados hasta el momento.

Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam, ha declarado que: “Los Gobiernos de los países ricos están incumpliendo su compromiso de ayudar a los países pobres a adaptarse a los efectos de la crisis climática. Las naciones más pobres y endeudadas del planeta apenas han contribuido a generar la crisis, pero están teniendo que asumir sus costes. Para evitar una espiral de crisis humanitarias cada vez más frecuentes, tenemos que aumentar la financiación para la adaptación que llega a manos de las comunidades más pobres. Esto debería ser en forma de asistencia genuina, y no como préstamos que deben devolverse.”

 

 

 

 

Los Gobiernos de los países ricos están incumpliendo su compromiso de ayudar a los países pobres a adaptarse a los efectos de la crisis climática. Las naciones más pobres y endeudadas del planeta apenas han contribuido a generar la crisis, pero están teniendo que asumir sus costes.

 

WINNIE BYANYIMA

Directora Ejecutiva de Oxfam

 

 

La sequía que ha asolado el Cuerno de África en el último año ha provocado que más de 15 millones de personas en Somalia, Etiopía y Kenia dependan de la ayuda humanitaria para sobrevivir. En Mozambique, 2,6 millones de personas necesitan asistencia debido a los continuos ciclones. La provisión de una financiación anual considerable para luchar contra el cambio climático permitiría a estos países reducir el impacto de los fenómenos climáticos extremos, por ejemplo, a través de la diversificación de los cultivos, la gestión de los recursos hídricos o la inversión en la mejora de los sistemas de vigilancia meteorológica.

En 2009 los países ricos acordaron que, para 2020, destinarían 100.000 millones de dólares anuales a la lucha contra el cambio climático, con el objetivo de ayudar a los países más pobres a adaptarse a sus efectos y reducir sus emisiones. El pasado 13 de septiembre, los países desarrollados declararon haber aportado 71.000 millones de dólares, una cifra que con toda probabilidad está muy por encima de la realidad y que, a pesar de ello, sigue siendo muy inferior al objetivo establecido.

El elevado nivel de endeudamiento de países como Somalia y Mozambique agrava aún más las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos, ya que reduce los recursos con los que estos países pueden contar para mejorar su resiliencia ante futuras catástrofes de este tipo, así como para impulsar su desarrollo a través de un modelo bajo en emisiones de carbono. La deuda de Somalia asciende al 75% de su PIB, de manera que si los fondos que recibe para luchar contra el cambio climático se canalizan a través de préstamos, el país corre el riesgo de endeudarse aún más. Según las estimaciones de Oxfam, aproximadamente dos terceras partes de los fondos para la lucha contra el cambio climático se aportan a través de préstamos que requieren su devolución. 

Halima Adan, directora adjunta de la organización socia de Oxfam Save Somali Women and Children, afirma que: “Millones de somalíes, especialmente mujeres, niñas y niños, se están enfrentando a la cruda realidad del hambre y de ver cómo sus medios de vida van quedando diezmados porque, por tercera vez, no ha llovido durante la estación de lluvias. Esta crisis humanitaria, que empezó justo después de la sequía de 2017, está dificultando aún más los esfuerzos de las comunidades afectadas por recuperarse. Además de ayuda humanitaria de emergencia para salvar vidas, lo que necesitamos son medidas para luchar contra el cambio climático específicamente centradas en el fortalecimiento de la resiliencia, que permitan minimizar el impacto de futuras crisis humanitarias.”

Jose Mucote, fundador de la organización humanitaria mozambiqueña AJOAGO, ha declarado que: “La lentitud de la respuesta a la destrucción provocada por el ciclón ha incrementado el riesgo de propagación de enfermedades como el cólera o la malaria, y muchas personas están sufriendo depresión a causa de la creciente presión física, emocional y económica a la que están sometidas. Muchas familias siguen sin tener comida, de manera que sus hijos e hijas no pueden ir al colegio. Tenemos que apoyar a estas personas y garantizar que no haya más brotes de enfermedades con la llegada de la próxima estación de lluvias.”

Oxfam hace un llamamiento a los países ricos para que sean ambiciosos en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, y para que garanticen que los países menos desarrollados reciban un mayor volumen de financiación para la adaptación al cambio climático. Para ello, deben cumplir con los compromisos de financiación para la lucha contra el cambio climático establecidos para 2020, así como duplicar sus compromisos económicos con el Fondo Verde para el Clima con respecto a lo que aportaron en la última ronda de negociaciones.

NOTA PARA EDITORES Y EDITORAS

Notas para los editores:


Portavoces disponibles para entrevistas

JÚLIA SERRAMITJANA CASANOVAS

Periodista - Departamento de Comunicación