El informe Water War Crimes (“Crímenes de guerra de agua”) concluye que las tácticas israelíes basadas en los cortes en el suministro de agua, la destrucción sistemática de las instalaciones de agua y el bloqueo deliberado de la ayuda han reducido en un 94 % la cantidad de agua que llega a Gaza, hasta los 4,74 litros por persona y día, poco menos de la tercera parte de la cantidad mínima recomendada en situaciones de emergencia y menos que la descarga de agua de una cisterna de váter.