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23/09/2021

El Tribunal Supremo vuelve a rechazar las pretensiones de la Abogacía del Estado de cerrar el primer proceso del Juicio por el Clima

  • El Tribunal da la razón a las organizaciones demandantes -Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón- y subraya la inactividad de la Administración y el incumplimiento de sus compromisos en la lucha contra el cambio climático. 
  • Las organizaciones consideran que se trata de una victoria muy importante y confían en que la justicia empuje al Gobierno a cumplir con sus obligaciones internacionales.
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El Tribunal Supremo ha desestimado definitivamente la pretensión de la Abogacía del Estado de cerrar uno de los procesos abiertos en el conocido como Juicio por el Clima, según ha comunicado en un auto enviado este miércoles a las organizaciones Greenpeace, Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón. La Abogacía del Estado consideraba que, tras la aprobación en Consejo de Ministros en marzo de 2021 del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el Gobierno cumplía con las obligaciones reflejadas en la demanda, pero el Supremo estima que no es así.  


Estas mismas razones ya fueron esgrimidas por la Abogacía del Estado en su recurso frente a la resolución del 14 de junio del Alto Tribunal. Las organizaciones demandantes se opusieron al cierre del litigio por considerar que no basta con la aprobación de cualquier PNIEC, sino que debe ser un Plan lo suficientemente ambicioso como para cumplir con los compromisos adquiridos con la firma del Acuerdo de París: hacer todos los esfuerzos posibles para limitar el incremento de la temperatura global en 1,5°C. 

 

Para cumplir ese objetivo de acuerdo con la ciencia -representada por el grupo de expertos de la ONU, IPCC- las organizaciones demandantes exigen al Gobierno que reduzca sus emisiones de CO2 al menos un 55% en 2030 respecto a las de 1990. Esta cifra está muy lejos del 23% de reducción de emisiones para 2030 planeado por el Gobierno en su PNIEC.

El Tribunal Supremo considera, en su resolución de 14 de Septiembre de 2021, que “no ha dejado de subsistir el interés legítimo de obtener tutela judicial por las organizaciones demandantes”, ya que persiste la inactividad de la Administración al no haber cumplido íntegramente el compromiso adquirido, que tiene su origen en un tratado internacional ratificado por el Estado Español y por la Unión Europea. El Auto del Tribunal Supremo condena además a la Abogacía del Estado al pago de las costas judiciales.

“Este Auto es una victoria muy importante que nos da aliento para continuar la larga batalla judicial que tenemos por delante. Es lamentable que la Abogacía del Estado se comporte como defensora de la actuación del Gobierno, en lugar de defender los intereses generales de la ciudadanía, vinculados con la protección del medio ambiente y el clima y con el derecho a desarrollar una vida digna por parte de las generaciones presentes y futuras. Confiamos en que la justicia siga dándonos la razón, y acabe obligando al Gobierno a cumplir con sus obligaciones internacionales”, ha declarado Lorena Ruiz-Huerta, abogada de Greenpeace España y coordinadora del litigio. 

"La lucha climática no consiste en hacer algo, sino en hacer lo suficiente. De no ser así, los gobiernos están fallando a su primera responsabilidad: defender los derechos fundamentales de toda la ciudadanía. Así el fallo del Tribunal Supremo avala muchas de las demandas escuchadas en las calles durante los últimos años, en las que se ha mostrado que estamos muy lejos aún de enfrentar la emergencia climática. La ciudadanía seguirá en las calles exigiendo justicia climática antes de que sea demasiado tarde", ha declarado Javier Andaluz, coordinador de clima y energía de Ecologistas en Acción.

“El Gobierno tiene una responsabilidad que cumplir, y esta decisión del Supremo lo deja claro”, dice Lourdes Benavides, responsable de clima y resiliencia de Oxfam Intermón. ”Y esa responsabilidad no sólo es con la ciudadanía española, sino con las personas que en todo el mundo están sufriendo las consecuencias de las emisiones de países ricos como el nuestro. Los desastres climáticos se han triplicado en 30 años y millones de personas pasan hambre en el Sahel o en Centroamérica, por ejemplo. Exigimos al Gobierno compromisos ambiciosos y urgentes y a los jueces que escuchen nuestros argumentos, avalados por numerosos estudios y evidencias científicas”. 

Notas para edición:

JESSICA ROMERO

Periodista - Departamento de Comunicación