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En las seis semanas previas a la Navidad se han entregado más dosis de vacunas Covid-19 a la UE, el Reino Unido y los Estados Unidos que las que han recibido los países africanos en todo el año, según ha revelado hoy un Alianza People’s Vaccine.
Mientras la epidemia de Covid-19 empaña las segundas Navidades consecutivas con incertidumbre y miedo en muchos países, activistas de todo el mundo advierten que los gobiernos corren el riesgo de condenar al mundo a un ciclo interminable de variantes, refuerzos, restricciones e incluso confinamientos si se permite que las bajas tasas de vacunación persistan en el sur global.
Los grupos activistas afirman que se debe permitir a los países de ingresos bajos y medios fabricar vacunas para acabar con la desigualdad en materia de vacunas y evitar que las variantes hagan descarrilar futuras Navidades o festividades.
Entre el 11 de noviembre y el 21 de diciembre de 2021, la UE, el Reino Unido y los Estados Unidos han recibido 513 millones de dosis de vacunas, mientras que los países de África solo han recibido 500 millones en todo el año 2021.
Hasta la fecha, solo el 8,6 % de la población de África cuenta con la pauta completa de vacunación y, al ritmo actual de entrega de vacunas por parte de las empresas fabricantes, toda la población no habrá recibido la primera dosis hasta abril de 2023. Una investigación reciente ha revelado que el 78 % de la población del continente África está dispuesta a vacunarse, una cifra superior a la de muchos países ricos.
Los países del G7 tendrán un excedente de 1.400 millones de dosis de aquí a marzo de 2022, incluso después de haber administrado una dosis de refuerzo a toda la población adulta, pero no están cumpliendo con sus compromisos de donación.
Los países ricos prolongan la pandemia y el sufrimiento
“No nos equivoquemos” dice Anna Marriot, directora de políticas de salud de Oxfam y de la Alianza People´s Vaccine. “Los gobiernos de los países ricos son los culpables de la incertidumbre y el miedo que una vez más están empañando la Navidad. Al bloquear las soluciones reales para el acceso a las vacunas en los países más pobres, están prolongando la pandemia y todo el sufrimiento que esto conlleva”.
Por otra parte, distintos expertos y expertas han expresado su preocupación por el hecho de que la escasa cobertura de las vacunas en el sur global haya creado las condiciones propicias para la aparición de una variante como ómicron. Hace nueve meses, un estudio epidemiológico advirtió que la baja cobertura persistente de la vacunación en algunas partes del mundo aumentaba el riesgo de que pudieran surgir variantes resistentes a la vacuna en un plazo de un año o menos.
“Si queremos volver a tener una Navidad normal, necesitamos vacunar a todo el mundo”, asegura por su parte Nick Dearden, director de Global Justice Now. “Sin embargo, ahora mismo, el Reino Unido y la UE están frenando las iniciativas internacionales para utilizar y ampliar la capacidad de fabricación y distribución en los países de ingresos bajos y medios.
En octubre de 2020, India y Sudáfrica propusieron una exención de las normas de propiedad intelectual para las vacunas, pruebas y tratamientos para la covid-19 para permitir a los países de ingresos bajos y medios la fabricación de estas herramientas que salvan vidas. A pesar de que la mayoría de los países, incluido Estados Unidos, apoyan la exención, el Reino Unido, la UE y Suiza han impedido este avance.
A este respecto, Maaza Seyoum, de la Alianza Africana para la Entrega de Vacunas, señala: “Las y los líderes del norte global han optado hasta ahora por los obscenos beneficios de las empresas farmacéuticas antes que por la vida de la población de África. Sin embargo, la variante ómicron demuestra que la desigualdad en las vacunas es una amenaza para todas las personas y en todas partes”.
Human Rights Watch y Médicos Sin Fronteras han identificado más de 100 fabricantes que podrían producir vacunas de ARNm si se eliminaran las barreras de propiedad intelectual y las empresas farmacéuticas transfirieran la tecnología y los conocimientos necesarios.
A pesar de que ya obtienen miles de millones de beneficios, Pfizer y Moderna siguen negándose a compartir la tecnología de las vacunas de nueva generación con el centro de ARNm de la OMS en Sudáfrica. El grupo científico de la OMS intenta ahora aplicar la ingeniería inversa a la vacuna de Moderna, financiada por los y las contribuyentes estadounidenses, un proceso que podría tardar dos años más que si la empresa compartiera su fórmula de la vacuna.
Todos los grandes proveedores de vacunas han boicoteado el fondo común de acceso a la tecnología covid-19 (C-TAP) de la OMS, un programa de transferencia de tecnología creado en mayo de 2020 para compartir la fórmula y los conocimientos técnicos necesarios para fabricar vacunas, pruebas y tratamientos contra el coronavirus.
España, a favor de la suspensión de patentes
Oxfam Intermón valora positivamente el posicionamiento del Gobierno español, favorable a la suspensión de las patentes de las vacunas para luchar contra el Covid-19. Asimismo, apela a su capacidad para hacer avanzar las posiciones en la Unión Europea, para que ésta deje de bloquear la exención de las patentes.
De igual forma, Oxfam Intermón llama al gobierno a ampliar el compromiso con la donación de vacunas y a acelerar drásticamente su cumplimiento, aún lejos de lo anunciado, así como a hacerlo de forma responsable y coherente, con estándares más ambiciosos y rigurosos de los que está asumiendo la OCDE. La organización subraya también la necesidad de contar con mayor transparencia y facilidad de acceso a la información relativa a la donación de vacunas a países del Sur global. Todo ello unido a un necesario impulso a las iniciativas de salud global y el fortalecimiento de los sistemas nacionales de salud a través de la cooperación internacional.
Notas para la edicion:
Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.