Cerca de 210.000 persona han huido del conflicto de Mali, buscando refugio en Argelia, Burkina Faso, Mauritania, Níger, Togo y Guinea. En la imagen, una refugiada en el campo de Mentao, en Burkina Faso.

(C) Pablo Tosco/ Oxfam Intermón

Tras la aprobación en Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de la resolución que autoriza el despliegue de una fuerza militar internacional en Mali (AFISMA, en sus siglas inglesas), Oxfam Intermón ha alertado de que una ofensiva militar en el norte del país tendría serias consecuencias humanitarias sobre la población civil. Por ello, la organización ha exigido que tanto el Gobierno español como los de la región del Sahel y la comunidad internacional apliquen y hagan realidad las medidas que aparecen en la resolución con el fin de mitigar el impacto que una operación militar puede tener sobre los civiles.

La comunidad internacional no debe olvidar en este contexto, además,  los graves problemas estructurales que sufre Mali y la región, así como sus consecuencias entre las poblaciones más vulnerables. “La operación militar podría tener unas consecuencias humanitarias nefastas: nuevos desplazamientos e incremento de las necesidades humanitarias entre familias ya  gravemente afectadas por el conflicto en el norte del país y la crisis alimentaria de este año”, ha señalado el responsable de Advocacy Humanitario, Francisco Yermo.

"Si el Gobierno español junto con los gobiernos de la región y la comunidad internacional quieren conseguir la paz y el bienestar en el Sahel, tienen que adoptar medidas que hagan frente a la pobreza crónica, el hambre y la exclusión, así como abordar el problema de la vulnerabilidad de las comunidades, no sólo afrontar sus amenazas de seguridad”, ha añadido el portavoz.

El papel de España, según la organización, pasa por asegurar que esas medidas de mitigación aprobadas en la resolución, que contempla formar a las fuerzas armadas del país y restaurar la integridad territorial en el país, se apliquen a través de su relación con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental -CEDEAO-, que liderará la fuerza internacional, y de la Unión Europea, que se ha comprometido en noviembre a apoyar la formación de las fuerzas armadas.

 “La CEDEAO escucha a España y el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha asegurado que  contribuiría a los esfuerzos de la Unión Europea en Mali. En todos los foros y contribuciones de esas organizaciones debe recordar y hacer realidad que la futura fuerza militar incluya en todas sus etapas consideraciones humanitarias para minimizar los daños a la población civil y sus medios de vida, así como realizar formaciones en derecho internacional humanitario, derechos de los refugiados y derechos humanos a las tropas internacionales desplegadas y a las fuerzas de Mali, así como informes frecuentes de la fuerza desplegada al Consejo de Seguridad sobre las medidas tomadas para evitar el daño a la población civil y sus propiedades y cumplir el derecho internacional ”,  ha señalado Yermo.
                                                                                          
Aunque la parte más crítica de la crisis alimentaria ha pasado en Mali, gracias a unas buenas lluvias y perspectivas de cosecha, la situación de seguridad alimentaria y humanitaria sigue siendo preocupante en todo el país. Según estimaciones recientes de las Naciones Unidas, las necesidades humanitarias inmediatas y urgentes en Mali ascienden a 214 millones de dólares, de los cuales se han aportado  hasta la fecha el 60 por ciento. A ello hay que sumarse las necesidades de la población malí refugiada en países vecinos y las nuevas  que surjan cuando se inicien las operaciones militares.

En este escenario, debido a los drásticos recortes que ha sufrido la partida de Ayuda Humanitaria en los Presupuestos del 90 por ciento, la cooperación española corre el riesgo de de no poder atender este llamamiento y abandonar a las poblaciones más vulnerables en la parte norte de Mali y a los refugiados que han huido a los países vecinos. “Sin fondos adicionales para la ayuda humanitaria, el deseo del Presidente Rajoy, expresado en la reunión de la ONU el pasado mes de septiembre, de que el objetivo de desarrollo, seguridad y derechos humanos sea una realidad para Mali y para todo el Sahel, se quedará en papel mojado”, ha resaltado Yermo. 

Nota al editor:

Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el número de personas obligadas a huir de sus hogares supera las 412.000 personas. Esta cifra incluye a 208.000 refugiados que ya están ubicados en Argelia, Burkina Faso, Guinea, Mauritania, Níger y Togo. Otras 204.000 personas son desplazadas internas y viven en condiciones deplorables, dependiendo de la asistencia humanitaria y de la solidaridad de las comunidades que los acogen.

Oxfam se ha unido a un llamamiento, junto con otras 9 organizaciones, instando al Consejo de Seguridad de la ONU a que priorice la búsqueda una solución política pacífica que trace el camino de una estabilidad duradera en Mali, así como que garantice que cualquier acción militar se lleve a cabo conjuntamente con medidas sólidas para mitigar el daño a civiles. Las diez organizaciones firmantes son: CARE International, Christian Aid, Handicap International, Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC), International Rescue Committee, Oxfam, Norwegian Refugee Council, Refugees International, Tearfund y World Vision International.

Si quieres realizar un donativo puedes hacerlo a través de www.oxfamintermon.org/es/que-hacemos/accion-humanitaria o llamando al 902 330 331.