Mahmoud Alsaqqa, Coordinador de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida de Oxfam en Palestina, declara:
"La hambruna en Gaza no es accidental, sino deliberada, totalmente planificada, y ha creado la población más grande que enfrenta la hambruna en el mundo. Una hambruna evitable que se desarrolla en tiempo real. Es inadmisible y se está permitiendo que ocurra”.
"Durante más de dos meses”, continúa Alsaqqa, “Israel ha impuesto un asedio total, bloqueando el acceso de alimentos, agua, medicamentos y ayuda humanitaria, mientras miles de camiones llenos de suministros vitales, listos para una distribución rápida, esperan en la frontera, a pocos metros de distancia, sin poder entrar”
“El personal de Oxfam Intermón y las organizaciones con las que trabaja están presenciando escenas inimaginables: familias consumiéndose por el hambre, niños y niñas desnutridos demasiado débiles para llorar y comunidades enteras sobreviviendo sin comida ni agua potable. En un campamento de personas desplazadas, solo cinco de 500 familias tenían harina para hacer pan. Distribuimos nuestros últimos paquetes de alimentos hace semanas”.
El plan de Israel de militarizar la entrega de ayuda humanitaria —una flagrante violación del derecho internacional humanitario— amenaza con llevar esta crisis, ya de por sí catastrófica, al colapso total. Convertir la ayuda en una herramienta de control pone en peligro a la población civil, erosiona la neutralidad de la labor humanitaria y corre el riesgo de desatar un caos y un sufrimiento aún mayores en Gaza.
El silencio ante esta hambruna provocada por el ser humano es complicidad. Oxfam Intermón insta a los gobiernos a exigir un alto el fuego inmediato y permanente, la liberación de rehenes y prisioneros detenidos ilegalmente, el fin del asedio, el acceso humanitario sin trabas y a exigir responsabilidades a Israel por el uso de la hambruna como arma de guerra.
