La gestión de la Unión Europa en el campo de Moria no puede ser el modelo a seguir por España. Las graves condiciones en las que se encuentran miles de personas en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, que actualmente dobla su capacidad, obliga a que muchas tengan que malvivir en la plaza de toros, habilitada para alojar a las personas migrantes ante la sobreocupación del CETI. Las condiciones en las que viven son inadmisibles. El Gobierno debe trasladar a la península a las personas solicitantes de asilo y evitar así que se repita una tragedia como la de Moria, ha denunciado hoy Oxfam Intermón.
La organización recuerda que, con una capacidad para 700 personas, este centro acoge a 1400 personas, entre las que se encuentran 150 niños y niñas, además de mujeres y personas con patologías con un alto riesgo ante la COVID-19. Muchas de ellas han huido de conflictos o persecución, y muchas son solicitantes de asilo. También advierte que esta situación recuerda a la que se dio en el campo de Moria, que albergaba a más de 12.000 personas, a pesar de que su capacidad oficial era de menos de 3.000 plazas.
Oxfam Intermón también indica que España debe sumarse al grupo de países que se han ofrecido a acoger inmediatamente a los menores no acompañados que vivían en Moria.
Además, advierte que el nuevo Pacto de Migración y Asilo europeo, previsto para dentro de una semana, es una oportunidad para que la UE dé un giro radical a su política de asilo.
Sin baño ni ventilación
La situación en el CETI es crítica y ante la falta de espacio no se permite que entre nadie más. Oxfam Intermón advierte que la aparición de casos confirmados de COVID-19 en este centro, el hacinamiento y las pocas salidas hacia la península han hecho aflorar tensiones y protestas que han obligado a la intervención de fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, tal y como ocurrió también en Moria.
Las personas que siguen llegando a Melilla son alojadas en la plaza de toros. Actualmente hay unas 500 personas en este emplazamiento, de ellas unas 80 mujeres, muchas con necesidades de protección internacional. Las organizaciones socias que trabajan junto a Oxfam Intermón en Melilla denuncian que estas personas viven en situación de hacinamiento, sin poder respetar la distancia de seguridad y con condiciones de higiene pésimas por el acceso limitado a duchas y baño, lo que hace muy difícil que puedan protegerse de la COVID-19. Las que tienen que hacer cuarentena son aisladas en habitaciones sin baño ni ventilación.
“Es urgente que se traslade de manera inmediata a la península a las personas que están en el CETI y en la plaza de toros. Y paralelamente generar dispositivos de acogida digna, que respeten los derechos humanos de las personas que siguen llegando a Melilla y que no van a parar de llegar. En el contexto de pandemia global que estamos viviendo, si no se actúa rápidamente esto tendrá consecuencias mayores como llevamos advirtiendo los colectivos desde abril”, afirma Marisa Amaro, portavoz de la organización Geum Dodou.
Oxfam Intermón pide trasladar urgentemente a la península a las personas solicitantes de asilo, así como ampliar además este traslado a otras personas para poder descongestionar el CETI.
“Melilla es un fiel reflejo de las consecuencias que tienen las políticas migratorias que se llevan aquí en España y en Europa. Quieren que esta ciudad haga ese ejercicio de contención, es decir, que Melilla se convierta en contenedor de migrantes para que no pasen a la península. Algo similar a lo que se ha hecho en Grecia. Si no se actúa urgentemente, ocurrirá lo mismo que estamos viendo en Grecia estos días”, afirma José Palazón, portavoz de Prodein
Eva Garzón, responsable de migraciones de Oxfam Intermón, pide "acciones concretas por parte de las autoridades para garantizar una acogida digna y que respete los derechos humanos de las personas que llegan a Melilla” y añade que “un lugar improvisado y mal gestionado como la plaza de toros no puede seguir siendo el espacio de acogida”.
Política europea errada
Oxfam Intermón recuerda que hace una semana un incendio destruyó la mayor parte del campo de personas refugiadas de Moria en Lesbos, Grecia. El campamento y centro de primera acogida, auspiciado por la UE, albergaba a más de 12.000 personas, a pesar de que su capacidad oficial era de menos de 3.000 plazas.
“La situación desencadenada en el campo de personas refugiadas de Moria es fruto de una política europea profundamente errada y sostenida en el tiempo desde 2015”, ha señalado Garzón.
Oxfam Intermón y el Consejo Griego para los Refugiados, su socio local en Lesbos, piden una investigación sobre el rol de la UE en la protección de las personas refugiadas: “hay que revisar las políticas y prácticas de la UE y sus estados miembros que han llevado a la gestión nefasta de los centros de acogida en las islas griegas. Se ha tratado de pasar la responsabilidad a otros países mediante acuerdos como el de la UE y Turquía, en virtud del cual miles de personas viven hacinadas privadas de libertad de movimiento”, ha añadido Garzón.
La organización señala que el anunciado traslado a la Grecia continental de todos los niños y niñas no acompañados en Moria es un primer paso pero que los gobiernos de la UE deben ahora apoyar de inmediato a Grecia para trasladar a todas las personas que buscan asilo desde los campos de refugiados de las islas a lugares seguros en toda Europa.
Oxfam Intermón denuncia que existe además una “política de desgaste”, donde los procesos se dilatan en el tiempo y en los que acceder a apoyo legal de forma gratuita es muy complicado y las personas se pierden en el proceso como si fuera un laberinto.
Reparto de responsabilidades
Garzón ha señalado que el mensaje que la UE y España quieren enviar, desde Moria y Melilla, es el mismo: “la inexpugnabilidad de la fortaleza europea a costa de las vidas y los derechos fundamentales de las personas migrantes y solicitantes de asilo”
“La protección de las personas debe ser la prioridad. En lugar de promover la detención y los insuficientes procedimientos de asilo fronterizos, el nuevo Pacto debería promover el reparto obligatorio de responsabilidades entre los Estados miembros de la UE. La reubicación debe realizarse pronto, para que los solicitantes de asilo puedan acceder a un alojamiento seguro y digno en toda Europa”, ha añadido.
Finalmente, la organización ha indicado que todos los estados miembros deberían ofrecer al menos algunos lugares de reubicación y la UE en su conjunto debería liderar la responsabilidad global compartida con los países de acogida de refugiados de todo el mundo.
Notas para la edición:
Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.