Pide al Gobierno que incremente los fondos destinados a la ayuda humanitaria
14/09/2022

Oxfam Intermón insta a los países de la Unión Europea a que sean ambiciosos para frenar el abuso de las empresas energéticas

  • La organización da la bienvenida a la propuesta europea para mitigar el impacto del incremento de los precios en este contexto de crisis
  • Este proceso europeo no debe ser una excusa para retrasar el proceso legislativo en España
Sistema Fiscal

Oxfam Intermón pide un impuesto a los beneficios extraordinarios

Hoy, la Comisión Europea ha presentado un paquete de medidas de emergencia para frenar el aumento de los precios de la energía que están afectando duramente a familias y empresas. El paquete incluye dos medidas para capturar los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas y de combustibles fósiles.

Estas propuestas, aunque con diseños diferentes, se proponen conseguir los mismos objetivos perseguidos por el “impuesto temporal a las energéticas” aprobado a trámite ayer en el pleno del Congreso. En todo caso, la propuesta europea está pensada como un mínimo para ser adaptado y ampliado por los países miembros de acuerdo con sus necesidades y características sin resultar incompatible.

Iñigo Macías, responsable de investigaciones de Oxfam Intermón:

 

“La propuesta que se ha presentado hoy para recuperar los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas y de combustibles fósiles y ayudar así a las familias que enfrentan la crisis energética es un paso en la buena dirección. Ahora les toca a los países europeos dar el salto y poner coto a todas las empresas que se están lucrando con esta crisis, más allá de estos sectores.

 

“Los países europeos deben ser más ambiciosos con el tipo impositivo aplicable, que se sitúe por ejemplo entre el 50% y el 90%. También deberían considerar no sólo a las empresas del sector energético y los combustibles fósiles, sino a todas aquellas que estén obteniendo beneficios extraordinarios como resultado de esta crisis. Estas medidas deben ponerse en marcha rápidamente, para así poder ayudar a los hogares a hacer frente a unas facturas energéticas descontroladas, que previsiblemente empeorarán este invierno. Considerando lo ocurrido durante la pandemia, esta propuesta debe ser el precedente para que en el futuro este tipo de impuestos funcionen de manera automática y se activen directamente cada vez que el mundo enfrenta una crisis inesperada, como una suerte de estabilizador automático. Estos gravámenes permitirían recaudar miles de millones de euros necesarios para amortiguar el impacto sobre los hogares y empresas acosadas por la subida precios de la energía. No podemos tolerar que las grandes empresas saquen provecho de las crisis mientras vemos una explosión de la pobreza tanto en casa como en los países más pobres del mundo.”

 

“No son solo las empresas energéticas las que se están beneficiando de estas crisis. En los últimos dos años, 1.000 de las empresas más grandes del mundo obtuvieron beneficios extraordinarios por valor de más de mil millones de dólares. Los países de la UE no pueden seguir permitiendo que las grandes farmacéuticas, los gigantes de la alimentación y las empresas tecnológicas saquen provecho de esta crisis mientras miles de hogares tienen que decidir si encienden o no la calefacción este invierno”.

 

Notas para la edición:

La Comisión Europea ha propuesto hoy un paquete de medidas de emergencia para frenar la subida de los precios de la energía que afecta duramente a los europeos. Este incluye: 

  • Una “contribución solidaria temporal” aplicable sobre las empresas de combustibles fósiles y recuperen un tercio (33%) de los beneficios extraordinarios obtenidos en 2022. Estos beneficios extraordinarios se definen como aquellos que superan en un 20% el promedio de beneficios de los últimos tres años (entre 2019 y 2021). Este tipo impositivo es un umbral y los países de la UE pueden aplicar una tasa más alta. Los ingresos se redistribuirán a los consumidores y las empresas para amortiguar el impacto de las altas facturas de energía y a promocionar las inversiones en energía verde.
  • Un tope al precio para limitar los ingresos de aquellas empresas que generan energía a partir de otras tecnologías diferentes al gas (eólica, solar, nuclear, etc.). El tope se establecerá en 180 euros por megavatio hora, cuando el precio medio actual de comercialización se encuentra incluso por encima de los 400 euros por megavatio hora. Este margen recuperado entre el precio de comercialización y el tope de precios deberá ser retornado a los consumidores.

 

De acuerdo con las estimaciones de la propia Comisión, estas propuestas supondrían recaudar más de 140.000 millones de euros para que los países de la UE puedan amortiguar el golpe de manera directa. Los países de la UE deben llegar a un acuerdo sobre estas medidas en una reunión de energía de emergencia de la UE que se llevará a cabo el próximo 30 de septiembre. Estas reuniones son resultado del anuncio que hizo Von der Leyen miércoles pasado y en el que esbozó un plan de 5 puntos para abordar la crisis energética actual.

 

La propuesta de “impuesto temporal a las energéticas” que se discutirá en las próximas semanas en España se aplica sobre el total de los ingresos de las empresas eléctricas, gasistas y petroleras consideradas operadoras principales. El tipo a aplicar es del 1,2% y estaría vigente durante 2023 y 2024.

 

 

El viernes pasado, Oxfam publicó un nuevo informe para medios, The Case for Windfall Taxes. Incluye nuevos datos sobre el volumen de beneficios extraordinarios que han obtenido a nivel global las empresas y la cantidad de ingresos que se podrían recuperar con un impuesto global sobre estos beneficios caídos del cielo.

  • 000 de las empresas más grandes del mundo registraron unos beneficios extraordinarios de 1,15 billones de dólares durante 2020 y 2021, en relación al período anterior a la pandemia, un aumento del 68,5%. 
  • Un impuesto del 90% sobre estos beneficios extraordinarios de estas 1000 empresas generaría más de un billón de dólares a nivel mundial.

Oxfam pide que este impuesto se aplique de manera automática sobre estos beneficios extraordinarios, que sea ambicioso y amplio, cubriendo todos los sectores de actividad, y con un tipo impositivo entre el 50 y el 90% si la base imponible se calcula solo sobre los beneficios extraordinarios que superen el 10% de la media de los años anteriores. Además, se debe evitar el traslado a los consumidores y debe redistribuir estos ingresos generados entre los más afectados por la crisis.

 

Muchos países europeos ya han introducido o tienen sobre la mesa una propuesta de impuesto sobre los beneficios extraordinarios (consulte la tabla en el informe The Case for Windfall Taxes).   

 

JESSICA ROMERO

Periodista - Departamento de Comunicación