La comunidad internacional ha cometido un fallo catastrófico al no lograr alcanzar el alto el fuego mundial necesario para que los países en conflicto (y el mundo en general) puedan detener la propagación del coronavirus y salvar millones de vidas, según alerta Oxfam Intermón.
República Centroafricana. Foto: Pablo Tosco / Oxfam Intermón
En su nuevo informe El conflicto en tiempos del coronavirus, Oxfam Intermón recopila actos de agresión y de combate por parte de diversos actores en varios países asolados por los conflictos desde que comenzó la pandemia. La organización denuncia que las armas continúan llegando a las zonas de conflicto, lo que se suma a años de poca inversión en esfuerzos para consolidar la paz.
Oxfam Intermón denuncia además el fracaso diplomático del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que el viernes pasado, ante la negativa de EEUU, no sometió a votación una resolución para impulsar un alto el fuego mundial, tal y como ha propuesto el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Oxfam Intermón considera que éste ha sido el último de una letanía de fracasos que están avivando los conflictos en un momento en que se necesita la paz y la cooperación internacional
"Esperábamos el liderazgo del Consejo, así como de muchos de los países que dicen apoyar el alto el fuego, pero que sin embargo siguen participando activamente en los conflictos de todo el mundo, llevando a cabo operaciones militares, vendiendo armas y apoyando a terceros", afirma el director ejecutivo interino de Oxfam, José María Vera.
Dos mil millones de personas que viven en estados frágiles y afectados por los conflictos se encuentran ahora en mayor riesgo ante la pandemia de la COVID-19.
Estos conflictos dejan atrapadas a millones de personas en zonas en que los sistemas de salud están colapsados y los hospitales han sido bombardeados, o que las están obligando a huir hacia campamentos hacinados en condiciones que favorecen la propagación del virus.
"Me preocupa que el alto el fuego se produzca tras la propagación del COVID-19. ¿De qué serviría la paz en una tierra en la que ya no hay personas?" afirma una activista por la paz yemení que colabora con Oxfam en Adén.
Tan solo en el último año, el gasto militar de la comunidad internacional alcanzó 1,9 billones de dólares. Esta cifra podría haber cubierto el llamamiento de las Naciones Unidas para responder a la crisis del coronavirus más de 280 veces.
En un contexto mundial marcado por el coronavirus:
“Los países exportadores de armas deben dejar de alimentar los conflictos y hacer todo lo posible por instar a las partes a aceptar un alto el fuego mundial, así como invertir en esfuerzos de consolidación de la paz que contribuyan a poner fin a los conflictos de una vez por todas", añade Vera.
"Desde que empezó la pandemia del COVID-19, todo está bloqueado”, asegura Fatimata Gansonré, a quien Oxfam Intermón proporciona ayuda en Burkina Faso. “No podemos salir ni reunirnos y nuestras pequeñas actividades se han paralizado. La vida se ha vuelto más difícil y eso me asusta. El temor es doble: a la inseguridad y al virus en sí mismo. Antes de la COVID-19 teníamos dificultades para salir adelante, pero la situación ha empeorado".
Algunos de los casos destacados en el informe El conflicto en tiempos del coronavirus de Oxfam Intermón incluyen:
“Décadas de conflicto han devastado los sistemas de salud y las economías de países asolados por guerras”, concluye Vera, “lo que hace vulnerables a 2.000 millones de personas ante enfermedades como la COVID-19. Gestionar el coronavirus ya resulta difícil en países en situación de paz, por lo que alimentar los conflictos durante una pandemia es algo censurable.
Notas para la edición:
Periodista - Departamento de Comunicación
Oxfam Intermón es miembro de la confederación internacional Oxfam.