Pagar impuestos puede ser algo que, de entrada, nos genere rechazo, ¿cierto?
Pero, ¿sabes para qué sirven? El principal objetivo de los impuestos es financiar el gasto público que tenemos como sociedad. Los impuestos sirven para aspectos tan vitales como la construcción de infraestructuras, mantener servicios públicos o sistemas de protección social.
El problema con los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social es que son aportaciones que hacemos sin recibir una compensación directa como individuos, por eso a veces nos parece que no sirven para mucho.
Escuelas, profesorado, hospitales y personal sanitario (¡y vacunas!)
Carreteras, autopistas, aeropuertos y transporte público
Parques, bibliotecas y jardines públicos
Calles limpias, alumbradas y con las basuras recogidas
Porque, ¿qué te parecería si no hubiera colegios públicos ni hospitales ni bomberos ni policías? ¿Qué te parecería si no hubiera luz en las calles o no se recogiera la basura? Los gastos públicos son para beneficio de todas.
Si te quedas sin trabajo
Cuando te jubiles
Para que puedas estudiar
Si te enfermas
Los impuestos y las contribuciones sirven para financiar todas estas cosas y llevar a cabo políticas que permiten igualar las oportunidades de todas las personas que convivimos en esta sociedad, con independencia de donde hayan nacido o por la suerte que hayan tenido en la vida. Son una herramienta eficaz para la lucha contra la desigualdad.
Y es que la desigualdad es un freno para el dinamismo económico y un gran escollo para acabar contra la pobreza. Así que los impuestos son una herramienta eficaz para lograr este objetivo.
¡Ah! Y si conoces a alguien que está tentado a irse a otro país como Andorra para pagar menos impuestos, ¡mándale este texto! ;-) .
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