"Esta decisión marca una peligrosa escalada en la actual ocupación ilegal del territorio palestino”, dice Bushra Khalidi, responsable de políticas de Oxfam en el Territorio Palestino Ocupado. “Una aniquilación descarada, llevada a cabo a plena vista del mundo y en abierto desafío al llamamiento de la Asamblea General de la ONU para poner fin a la ocupación. Indica una clara intención de consolidar el control de Israel sobre Gaza en lugar de poner fin al genocidio.
Dos millones de palestinos y palestinas sufren hambre extrema, bombardeos y la privación sistemática de sus derechos. Desplazarlos por la fuerza ahora profundizaría un patrón ya devastador de destrucción y sufrimiento.
Para agencias humanitarias como la nuestra, esta decisión consolida un entorno operativo ya de por sí insostenible. Los informes sobre planes para confinar a civiles en campamentos estrictamente vigilados son profundamente alarmantes y evocan algunos de los capítulos más oscuros de la historia reciente. Si se llega a la evacuación de la ciudad de Gaza, esto tendría consecuencias catastróficas para nuestra capacidad de entregar ayuda y para nuestro personal, que en su gran mayoría vive y trabaja allí.
Se estima que hasta un millón de personas aún permanecen en la ciudad de Gaza. Cualquier intento de desalojarlas por la fuerza constituiría una de las evacuaciones más grandes y peligrosas hasta la fecha, y sería totalmente catastrófico.
Los países con capacidad y poder deben actuar para detener esta atrocidad, utilizando todas las herramientas diplomáticas, legales y económicas a su disposición. La historia no será benévola con quienes optaron por el silencio ante la destrucción de Gaza.
