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Buscando refugio - Refugio - Italia, el reto de la integración

REFUGIO

JORDANIA | LÍBANO | ITALIA

Texto: Laura Hurtado · Fotos: Pablo Tosco

Cada año llegan a las costas italianas miles de personas en busca de una vida mejor. Desde Oxfam Intermón hacemos un trabajo integral que empieza apoyándoles recién llegados a Sicilia y totalmente vulnerables hasta que logran integrarse en la sociedad y ser totalmente independientes, con apoyo legal, laboral, pero sobre todo emocional. La historia de Peter demuestra que todo este trabajo tiene sentido.

“Ya podéis usar mi nombre verdadero”

Conocimos a Peter hace 3 años. Había llegado a Italia después de un periplo por África que le seguía provocando pesadillas: primero huyó de Nigeria amenazado de muerte, pensó que moría en medio del desierto de Níger, le secuestraron y explotaron en Libia, y se jugó la vida en un bote precario y lleno de gente. Jamás imaginó que la prueba de verdad empezaría en suelo europeo.

Peter es extremadamente tímido, pero cuando logras que te regale una sonrisa se te para el corazón. De golpe, a través de este gesto se muestra tal y cómo es: un chico lleno de energía y optimismo. Una persona que se ha empleado a fondo hasta que, en septiembre de 2017, y tras varios intentos fallidos, le concedieron el asilo. Ese día nos dijeron que ya no hacía falta usar un pseudónimo para contar su historia. “Ya podéis usar mi nombre verdadero”, había dicho emocionado.

Un pequeño Everest cada día

No ha sido fácil. Podríamos decir que desde que llegó a Italia ha estado subiendo cada día un pequeño Everest. Ha tenido que aprender la lengua, formarse para entrar en el mercado laboral italiano, y sobre todo ocupar todo el tiempo libre que tenía mientras no podía trabajar en el país. Un tiempo de espera que se alarga como un chicle y que hace que estas personas se sientan impotentes porque no pueden ganarse la vida dignamente y dependen de la ayuda externa.

Cuando llegó a Sicilia, adolorido aún por el viaje y con toda la ropa hecha jirones, el Gobierno italiano lo metió en un autobús y lo mandó hacia La Toscana, donde lo recogió un equipo de Oxfam.

Nunca olvidará el primer día que llegó a la ciudad de Arezzo y conoció a alguien de Oxfam: “Un asistente social me recogió y me llevó al hospital. Me puse muy contento porque había pasado mucho estrés y estaba preocupado por mi salud. Me chequearon y el doctor dijo que estaba todo bien. Después, Oxfam me dio comida y buena ropa, porque yo tenía toda la ropa rota y sucia, parecía un loco”, nos cuenta ahora impecablemente vestido, con camisa y pantalón planchado. Sin duda es un tema que le preocupa, Peter es un chico presumido que cuida mucho su aspecto.

Aprender, aprender, aprender… e integrarse

Después, le llevaron a un piso con otros chicos que estaban en situación parecida a la suya. Un piso que paga Oxfam Intermón y donde Peter ha aprendido a convivir con chicos de toda África subsahariana. Con los vales para comprar comida y productos de higiene que les da Oxfam, se han organizado para llenar la despensa y tenerlo todo limpio. Además, Oxfam le ha dado dinero de bolsillo para pequeños gastos que él ha empleado básicamente en conseguir una bicicleta para desplazarse y poder llamar a casa

Desde que llegó su objetivo ha sido aprender. Se apuntó a clases de italiano y a todo tipo de cursos de formación profesional como aprender a cocinar para trabajar en restaurantes. Su entrega ha sido total. “Yo aquí no tengo padre, ni madre, ni hermanos, y si quiero tener una familia, tengo que aprender la lengua y las costumbres”, confiesa. “Voy a la biblioteca y cojo el mismo libro en inglés y en italiano y los voy comparado. Es un buen método. Además a mí me gusta tener amigos y conocer a gente”, sonríe.

Aparte de las relaciones que ha ido tejiendo con sus compañeros de piso, Peter ha hecho algunos amigos italianos. Mientras sus colegas subsaharianos se han apuntado a una liga de futbol de Arezzo, él, que no es muy bueno con el balón, prefiere hacer relaciones en la parroquia o a través de la música.

En su tiempo libre, le gusta hacer deporte, leer y tocar la guitarra.
“Yo era feliz en Nigeria. Jamás hubiera abandonado mi país si no fuera porque mi vida estaba en juego. Vivir en Italia no era mi plan, pero es lo que me ha pasado. Y tengo que intentar que mi vida aquí sea lo mejor posible. Ese es mi sueño: tener un futuro”.

QUÉ HACE OXFAM

En Oxfam Intermón damos una acogida digna a personas migrantes como Peter, en colaboración con organizaciones italianas. En total, a apoyamos a 4.000 en Sicilia y cerca de 800 en la Toscana. Recientemente, hemos empezado a trabajar en Ventimiglia, donde unas 700 personas migrantes están bloqueadas en la frontera entre Italia y Francia.

Además, hacemos un trabajo de incidencia política, pidiendo a la Unión europea que defienda los derechos de las personas que llegan a nuestro continente buscando refugio.

  • En Sicilia, ha puesto en marcha una unidad móvil que apoya a las personas migrantes que se quedan viviendo en la calle fuera del sistema de acogida italiano. Además, colabora con organizaciones locales que dan apoyo a personas vulnerables como menores o mujeres, ya sea con pisos de acogida, asesoramiento legal o psicológico.
  • En la Toscana, Oxfam trabaja desde 2011, junto con organizaciones italianas, con personas migrantes. Facilita acceso a pisos de acogida, ofrece apoyo material (ropa, vales por comida), legal y psicológico. Además, procura que realicen cursos de italiano para conseguir una mejor integración, así como formación profesional para que tengan más facilidades para encontrar trabajo.
  • En Vintimiglia, apoyamos a la población atrapada en la frontera con asistencia básica (mantas, comida…) y apoyo legal.