Hoy, tras tres décadas de la Declaración de Barcelona, el Mediterráneo es una región marcada por múltiples crisis superpuestas: desplazamientos forzados persistentes, conflictos prolongados, guerras, ocupación y genocidio, desigualdades crecientes, reducción del espacio cívico y una emergencia climática que, año tras año, empeora la vida de millones de personas. El mar Mediterráneo es también una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, donde cada día se producen tragedias humanas como consecuencia directa de decisiones políticas tomadas en instancias europeas.
Ante esta realidad, la Comisión Europea propone relanzar las relaciones euro mediterráneas promoviendo una agenda de inversión, geopolítica y estratégica estructurada en tres pilares: personas, economías y gestión de la migración y seguridad. Ante la propuesta de la UE, desde la sociedad civil y movimientos del Mediterráneo creemos que lo que está en juego es el Mediterráneo que queremos construir en un momento de auge de las políticas reaccionarias y de crecientes ataques al multilateralismo.
El Manifiesto que hoy lanzamos propone cinco medidas para garantizar el cumplimiento de los objetivos y aspiraciones del Pacto Mediterráneo. Estas son:




