23.02.2012
Somalia sigue sumida en la peor crisis humanitaria de las últimas décadas. El acceso a la población necesitada de ayuda se ha deteriorado debido a la expulsión de varias organizaciones humanitarias y a la intensificación de las operaciones militares con respaldo internacional. La principal responsabilidad de esta situación reside ante todo en Somalia, ya que las facciones enfrentadas en la guerra están acusadas de obstaculizar y desviar los flujos de ayuda. No obstante las políticas internacionales, más centradas en cuestiones de seguridad internacional que en las necesidades, los intereses y los deseos del pueblo somalí, también han alimentado involuntariamente tanto el conflicto como la crisis humanitaria. En febrero de 2012, los gobiernos, instituciones y actores clave de la región se reunirán en Londres para dilucidar el rumbo a seguir. Deben aprovechar esta ocasión para reorientar sus políticas hacia el pueblo somalí y desarrollar estrategias más coherentes para garantizar que la ayuda y la protección llegan a quienes las necesitan. También es el momento de abordar las causas profundas del largo conflicto y la vulnerabilidad crónica que sufre el país.
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