La mayoría de los países reconocen el Estado de Palestina, pero las violaciones del derecho internacional por parte de Israel se están intensificando con casi total impunidad, provocando desplazamientos masivos, muertes generalizadas y una crisis humanitaria en rápida escalada en todo el territorio palestino ocupado. Para tener un impacto real y evitar ser cómplices de ello, los Estados deben traducir sus expresiones de solidaridad en acciones concretas que salven vidas. Cualquier plan a futuro debe situar al pueblopalestino como el principal arquitecto de su propio destino.